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Los riesgos generales de Internet
Lo malo puede ser real o virtual
En primer lugar, es necesario saber que no todo lo malo que se encuentra en Internet, debe necesariamente poner a sus hijos en un peligro físico, pero este peligro sí puede ser emocional. En efecto, algunos sitios web, newsgroups, salas de chat, y otros lugares de contacto virtual podrían contener cierto material que podrían generar problemas en su hijo, como por ejemplo al hacer referencia a temas pornográficos, o de violencia.
Por eso, sea cual se el tema, lo importantes es que sepa que los riesgos de sus hijo en Internet no sólo se limitan a la posibilidad de entrar en contacto real con otras personas, sino también al hecho de que ellos puedan acceder a un material que podría afectarlos emocionalmente. En este sentido, será importante que esté atento de los sitios que visita su hijo, y los conmine abandonarlos inmediatamente en el caso de que los mismos sean sospechosos, bajo la amenaza de quitar Internet de su casa.
Peligros físicos
Por cierto, el riesgo más serio a los que están expuestos sus hijos, es a la posibilidad de entrar en contacto con alguien que pueda lastimarlo o explotarlo, aprovechando la información que previamente se le ha otorgado. Es importante que tenga en cuenta que la cantidad de adolescentes que son molestados, secuestrado, fugados, o desaparecidos de su hogar como resultado de los contactos hechos en Internet, es verdaderamente muy bajo, pero si llegará a suceder, los resultados podrían ser trágicos, por lo que usted no debería permitir que su hijo concurra solo a una primera cita efectuada por Internet.
Perder la privacidad o ser víctimas de estafas
Internet, al igual que muchos otros lugares de este mundo, es aprovechada por inescrupulosos que podrían intentar tomar su dinero o el de alguno de los miembros de su familia, tanto mediante estafas como mediante publicidades inoportunas que derivan en ventas ridículas.
En este sentido, es fundamental que le transmite a su hijo una gran cautela frente a cualquier anuncio demasiado estridente, que prometa hacerlo rico de la noche a la mañana, o simplemente ayudarlo a ganar bastante dinero en su tiempo libre. Si algo suena “demasiado bueno para ser verdad”, en Internet esto será especialmente cierto.
Acoso
Nuevamente, debe recordar que Internet es cómo la vida real: existe tanto gente educada y cortes, como otra con una total falta de modales, e incluso perversa. Por eso, cuándo su hijo entre a Internet, especialmente a las salas de chat o los foros, existirá la oportunidad de que el mismo reciba mensajes de acoso, degradantes, o dementes. Lo que le debe decir a su hijo, es que no se tome personalmente estos dichos, que de hecho dicen mucho más acerca del emisor que de la persona que los recibe, y que los olvide e ignore rápidamente. Lo llamativo, es que mucha gente que puede ser muy agradable en la vida real, puede aprovechar su anonimato para sacar fuera todos sus demonios, por lo que sólo se puede estar tratando de una “catarsis”, y estas personas no representen un peligro real.
Algunos mensajes, sin embargo, pueden constituir un acoso, lo cual está tipificado como delito en la gran mayoría de los países. Así, si su hijo recibe mensajes o imágenes obscenos, lascivo, sucios, o indecentes, con la intención de acosarlo, abusarlo, molestarlo, o amenazarlo, se debe informar de esto a su proveedor de servicio del Internet y a la jefatura de policía local.
Metiéndose en problemas
Hágale saber a su hijo que muchas cosas que envíe, incluyendo bromas que le pueden parecer inocuas, podrían lastimar a cierta gente y ponerlo en riesgos de meterlo a usted en problemas. En principio, señálale que es necesario respetar la intimidad de las otras personas, y evitar tomar cualquier acción que moleste, acose, o lastime a dicha gente.
Les advertimos que no deben hablar con personas extrañas o abrirle la puerta a un desconocido. Procuramos también controlar dónde juegan, qué ven en la televisión y qué videojuegos les permitimos tener. Y a menudo, nos olvidamos de las medidas preventivas cuando se agarran al ratón del ordenador y empiezan a viajar, como si lo hubieran hecho toda la vida, por las autopistas de la información. El mercado ya ha puesto a la disposición de padres diligentes, una serie de programas para restringir y controlar el uso que hacen los niños de Internet.
Algunos le llaman "espacio cibernético", otros le llaman "vía digital". Cualquiera que sea el nombre, hay millones de personas hoy día que conectan sus computadoras personales a líneas telefónicas con el fin de estar "en línea". En sus inicios, los servicios "en línea" parecían destinados exclusivamente al mundo de los adultos, pero esto ha cambiado. La mayoría de escuelas están conectadas a este tipo de servicios y, en muchos hogares, los niños tienen acceso a las páginas web, los servicios comerciales, los foros de discusión, y los llamados "chats" que ofrece Internet.
Muy poco les ha costado aficionarse a este fascinante universo, accesible a través de un módem y de una línea de teléfono, en el que hallan ingentes cantidades de información y múltiples posibilidades de interacción. Sin embargo, debemos estar atentos a algunos riesgos y peligros que corren los niños que navegan sin supervisión adulta.
Ventajas de Internet
Una gran parte de los servicios de conexión proporcionan recursos como enciclopedias, noticieros, acceso a bibliotecas y otros materiales educativos de valor, servicios de gran utilidad para la formación de nuestros hijos. Ésta es la cara más amable, útil y pedagógica de la red y la que convierte Internet en una herramienta de alto valor educativo.
Por otra parte el ordenador y en especial las telecomunicaciones ofrecen una enorme facilidad de acceso a todo tipo de sucesos, personas e información de cualquier rincón del mundo. Los usuarios pueden obtener información acerca del tema que deseen sin desplazamientos ni gestiones. Esto es doblemente atractivo ya que además de útil, Internet se aleja de la televisión o del videojuego, que ofrece al niño información que él absorbe de una manera pasiva.
Moviéndose por mares de información y posibilidades distintas, Internet les brinda la oportunidad de participar activamente para comunicarse con otros niños del mundo o elegir a qué tipos de información o distracciones desean acceder. El pequeño se convierte en un explorador activo del conocimiento y son su voluntad y su ansia de conocimiento las que le mueven y le guían por el océano virtual.
Riesgos de Internet
Sin embargo, son estos mismos atractivos los que pueden ser, en algunas ocasiones, perjudiciales. La fascinación que les provoca el ir de un lado para otro con un simple movimiento de dedo puede generarles una curiosidad casi compulsiva. La inmediatez con que se ejecutan los cambios de rumbo dentro de la red, les crea la necesidad de una urgente gratificación y de una constante retro-alimentación. El no obtener esto de forma satisfactoria puede provocarles ansiedad y nerviosismo.
Otros factores de riesgo que no debemos menospreciar es que puedan acceder a contenidos y materiales gráficos no aptos para niños -sexo, violencia, drogas¿-. Debemos también advertir a nuestro hijo sobre los peligros que puede conllevar el hecho de que, por inconsciencia, facilite información personal o de la familia a otro usuario en ocasión de un encuentro por chat, u otra vía. Por último, si estáis suscritos a algún sitio de Internet - en especial si son sitios de contenidos no aptos para niños- y regularmente recibís sus Boletines por correo electrónico, tratad que vuestros hijos no tengan acceso a ellos.
¿Cómo pueden los padres reducir los riesgos? Algunas normas de seguridad
La mejor manera de asegurar que tus hijos tengan experiencias positivas al hacer uso de los servicios en línea es interesarse por lo que hacen. Una forma de hacer esto, es pasar tiempo con ellos mientras están usándolos. Pídeles que te muestren lo que hacen y que te enseñen cómo tener acceso a los servicios que ellos usan.
Es muy posible y muy natural que por otra parte, pidan un poco de privacidad. Atendamos a su solicitud pero no les dejemos a sus anchas. Dejémosles preparados los sitios aptos para visitar en el menú Favoritos y controlemos el historial de páginas visitadas. Las mismas habilidades y estrategias que somos capaces de desarrollar para controlarles en la vida diaria sin que ellos se sientan controlados, deben ponerse en funcionamiento cuando nuestros hijos se dispongan a descubrir lo que encierra el fabuloso Universo-Internet.
Si tienes alguna preocupación en cuanto a tus hijos y sus actividades en el Internet, habla con ellos. Busca también el consejo y la orientación de otros usuarios de ordenadores y familiarízate con el uso de estos sistemas. La comunicación abierta con tus hijos, la vigilancia adecuada y el uso personal de los servicios en línea te ayudarán a obtener el máximo beneficio de estos sistemas y te alertarán sobre cualquier problema potencial que ocurre al usarlos.
Existen algunos programas especialmente diseñados para ayudar a los padres a bloquear y controlar el contenido de los sitios en Internet para los niños. Estos programas pueden tener alguna o varias de las siguientes funciones:
Bloquean el acceso a sitios para adultos.
Clasifican los sitios basados en contenido para adultos (pornografía, violencia, intolerancia racial, extremistas militares, apuestas, cultura de la droga, satanismo, etc).
Establecen tiempos de control para usuarios individuales (por ejemplo, bloquean el uso del Internet después de cierta hora o durante horas específicas designadas a "hacer la tarea").
"Graban" las actividades de los usuarios que han navegado la Red, permitiendo así a los padres controlar las actividades de sus hijos en Internet.
Mientras los primeros ofrecen una mayor seguridad e impiden directamente que nuestros hijos accedan a sitios no deseables para ellos, los últimos brindan al niño la libertad de elegir, le hacen responsable del uso que le da a los servicios en línea.
La elección de alguno de estos sistemas es muy personal y debe hacerse en función del carácter, el nivel de madurez y la personalidad de vuestro hijo. En todo caso, si optáis por sistemas de seguridad que no impidan el acceso a sitios peligrosos, debéis hablar con vuestros hijos y establecer juntos las reglas a seguir en el uso de Internet.
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